En esta quincena hemos leído varias lecturas sobre unos simpáticos ratoncitos, y como no podía ser de otra forma... ¡Aquí los tenemos!
Aquí os dejamos el modelo.
Solo necesitamos: tijeras para recortar el modelo, pegamento para pegar las partes y un trozo de lazo o de lana para unir el cuerpo con el queso.
Y por supuesto vuestra imaginación y capacidad decorativa para convertir a este singular personaje en un ratón de ciudad o en un ratón de campo.
Los pasos a seguir son bastantes fáciles. Os lo podéis imaginar¿ no?
Primero, podemos empezar recortando todas las piezas que vamos a necesitar.
Las decoramos y le dibujamos todos los detalles que se nos ocurran.
Por último, las montamos y....
¡CHAN!
Una vez hecho nos servirá para encontrar rápidamente nuestras lecturas favoritas. Pero...¡tened cuidado!, que el ratoncito devora libros no se coma el queso.
Nuestra diversión no acabó aquí.
Nos atrevimos a recrear los espacios donde vivían nuestros ratones. El campo y la ciudad.
Fue un trabajo en equipo.
Los pasos a seguir son bastantes fáciles. Os lo podéis imaginar¿ no?
Primero, podemos empezar recortando todas las piezas que vamos a necesitar.
Por último, las montamos y....
¡CHAN!
Una vez hecho nos servirá para encontrar rápidamente nuestras lecturas favoritas. Pero...¡tened cuidado!, que el ratoncito devora libros no se coma el queso.
Nuestra diversión no acabó aquí.
Nos atrevimos a recrear los espacios donde vivían nuestros ratones. El campo y la ciudad.
Fue un trabajo en equipo.
Con un resultado ¡impresionante!
¡Hasta la próxima!
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