Al principio de este otoño, una de nuestras alumnas fue con la familia a la Sierra de las Nieves. Allí vio, y le llamó mucho la atención, las enormes piñas que había en los árboles. Se le ocurrió recoger unas cuantas y llevarlas a clase para repartirlas entre sus compañeros.
A todos nos hizo mucha ilusión por lo grande que eran y el detalle de acordarse de nosotros.
Al momento nos pusimos a pensar que podíamos hacer con ellas. Se nos ocurrieron varias cosas, pero al final decidimos guardarlas y decorarlas cuando llegara el momento...
Y como todo llega, ¡aquí están nuestras superpiñas teñidas de color!
Se han hecho esperar pero ha merecido la pena.
Gracias a todos los que han hecho posible que hayamos pasado unos momentos tan divertidos, amenos, placenteros y creativos en esta semana final de trimestre.
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